Con el TISA (Acuerdo sobre Comercio de Servicios -Trade In Services Agreement) vuelve a ocurrir lo mismo que con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en la primera presidencia de Vázquez: una minoría en términos de votos bloquea acuerdos internacionales beneficiosos para el país. Esto que estamos presenciando se suma a los innumerables mecanismos de vetos y blindajes que nos condenan a la inmovilidad en asuntos de primera importancia.
Hace dos años, cuatro columnistas de esta página publicamos en Voces un artículo titulado Hacia otra manera de armar el gobierno, donde denunciábamos que minorías particularmente activas habían conseguido tomar de rehén a la mayoría en temas de interés general: las relaciones internacionales, la reforma de la enseñanza, la mejora de los servicios públicos, el régimen de asociaciones y contrataciones de las empresas públicas, etcétera.
¿Cómo se llegó a esta situación? En el artículo citado detectábamos el balotaje como la razón más inmediata de este desaguisado. Este instituto, aprobado por márgenes muy estrechos (razón suficiente para ponerlo en entredicho), tuvo resultados nefastos para el sistema político dado que provocó una polarización en dos bloques insuperables, y generó una lógica que mantiene unidos a dichos bloques aún cuando en su interior existan diferencias mayores que las que se observan entre algunas de sus fracciones y fracciones pertenecientes al bloque contrario. Los verdaderos beneficiarios de este artilugio fueron las minorías activas del Frente que lo usan como un poderoso instrumento de veto. El balotaje se volvió contra sus promotores que nunca tuvieron la lucidez de admitirlo.
En esa nota fuimos más lejos: sostuvimos que tenemos el sistema político equivocado. El actual nos condena a avanzar a los tumbos para retornar siempre al punto de partida, como la roca que empuja Sísifo. El sistema que expresaría a la perfección nuestra realidad política es el parlamentarismo y nuestra Constitución ofrece los medios para aplicarlo sin reformas aparatosas.
M.P.
P.D.: ¿Dónde está Mujica para defender la participación en el TISA? ¿O cambió de opinión y se olvidó de comunicarlo?