Entre «nuestro Beethoven» y el «Google ajeno»

1.- El mundo es ancho y nuestro.

Primera referencia. Según cuenta Tucídides, en la oración fúnebre dedicada a los guerreros caídos en la batalla de Maratón, Pericles ensalzó las múltiples virtudes que los atenienses habían sabido cultivar y entre ellas mencionó que “cualquier ciudadano de Atenas se siente en su hogar en cualquier parte del mundo, así como cualquier extranjero es recibido y se siente como si Atenas fuera su hogar”.

Segunda referencia. El episodio ocurre en una gira que realiza la orquesta formada y dirigida por Daniel Baremboim con músicos israelíes y palestinos por un país africano. En el repertorio se incluye la 9ª. Sinfonía de Beethoven y la parte coral corre por cuenta de cantantes nativos del país visitado. Los periodistas y camarógrafos europeos encargados de registrar el evento, advierten que los coreutas se emocionan hasta las lágrimas con la música y el texto del músico alemán, por lo que a uno de ellos se le ocurre preguntarles “¿Por qué los conmueve tanto ‘nuestro’ Beethoven?”. La respuesta que obtuvieron fue otra pregunta: “¿Y por qué nosotros no podemos apropiarnos de Beethoven y considerarlo como nuestro o acaso creen que su música fue escrita para vuestra tribu?”

2. El mundo se ha vuelto ahora ajeno y hostil para los uruguayos

Tercera referencia. Roberto Markarian, Rector de la UDELAR, a propósito de los acuerdos entre el Programa Ceibal y Google, argumentó (¿?): «Libre tránsito quiere decir libre tránsito (algo así como ‘Kesman es Kesman’), o sea que va y viene lo que quiere. A eso me niego porque considero que las naciones existen porque defienden su cultura y su conocimiento. Defendemos ser uruguayos y el conocimiento que le enseñamos a los jóvenes que están acá alrededor, y a los que están mirando sea un conocimiento formado por uruguayos». Y también señaló: «Los países tienen que tener su sistema de formación de gente propia. Yo me niego a que los chinos vengan a decirme cómo tengo que enseñar».

Conclusiones provisorias a partir de las tres referencias. En primer lugar, en contraste con la actitud amplia y generosa asumida por los coreutas africanos, el Rector de la Universidad tiene una concepción tan tribal como mezquina de la cultura. En segundo lugar, el propio rector retrocede 2.500 años y se ubica junto a aquellos núcleos tribales contra los que lucharon Pericles, Clístenes y Efialtes, arriesgando y perdiendo su vida en el caso de uno de ellos.

Quizás el mejor comentario sobre esas reacciones tribales, cerriles y temerosas del máximo dirigente universitario provino de Darwin Desbocatti: las comparó con las asumidas por el dirigente de la gremial de propietarios de taxímetros, Oscar Dourado, cuando aplicó sanciones a aquellos conductores que habían utilizado un sistema informático de atención a los clientes ajeno al que utiliza la corporación. Y Desbocatti remató su acierto, al asimilar el tipo de argumentos empleados por el dirigente universitario y por el dirigente de la corporación empresarial –reafirmación de los monopolios y los cautiverios- y sugirió que ambos eran candidatos a participar en los programas de polémicas deportivas de los domingos por la mañana.

En todo caso, tales reacciones no serían dignas de mención, si no constituyeran síntomas inequívocos de los miedos y las fobias a los espacios abiertos que hemos venido cultivando sistemáticamente los uruguayos en las últimas décadas. Hace unos años Rodolfo Irigoyen elaboró una lista de esos temores: la boya petrolera, las centrales digitales, los cajeros automáticos, la plantación masiva de eucaliptos, las pasteras, los eventos transgénicos, el glifosato, la minería a cielo abierto, los tratados de libre comercio, los acuerdos de liberación de los servicios, etc. Es cierto que quienes se movilizan en cada uno de esos frentes son minorías dedicadas a cultivar sus propias aprensiones, pero también es cierto que suelen encontrar terreno fértil en nuestras debilitadas reservas de coraje y de autoestima, en nuestra menguada capacidad para encarar un futuro abierto a todos los vientos, a todos los desafíos e innovaciones propias y ajenas. Todos somos responsables en habernos dejado ganar por el temor y la mezquindad, por no haber sabido denunciar oportunamente como indignas de nuestro mejor legado a todas aquellas convocatorias a encerrarnos en nuestros provincianismos y lealtades comarcales, así como a quienes se ufanaron ante el mundo y en nuestro nombre –el “vengo del sur…” de Mujica- de nuestras miopías. También somos responsables por no haber sabido hurgar en las raíces a partir de las cuales fueron alimentándose nuestros miedos más recientes, aquellos que hemos ido cultivando en los últimos 50 años y que hoy en día se traducen en rechazos tan pueriles como el negarse a aprender de los chinos – o de cualquier otro pueblo- todas las innovaciones que puedan aportarnos a nuestras estériles y desgastadas prácticas educativas.

Y otra cosa: si yo pudiera dibujar como Arotxa, pondría a Markarian manejando un carro tirado por un caballo con botellas y diarios viejos y un gran letrero pintado en el costado con la leyenda “POCO, PERO MÍO”.

 

8 comentarios en “Entre «nuestro Beethoven» y el «Google ajeno»

  • Blanca Pérez Morgan25 Jul, 2015, 7:50 pm

    Excelente comentario sobre la triste realidad de nuestra Universidad.
    Resulta un buen complemento, para ver cómo está el mundo universitario por otras latitudes (y por tanto, cómo estará en el futuro), leer el artículo de Amartya Sen que pueden encontrar en el siguiente link:
    http://www.nybooks.com/articles/archives/2015/aug/13/india-stormy-revival-nalanda-university/
    La estructura que le dan a la nueva Universidad de Nalanda y la diversidad de orígenes de los docentes, se encuentra en las antípodas del pensamiento markariano.

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    • Carlos Pareja31 Jul, 2015, 1:59 pm

      Muchas gracias por el comentario y muy ilustrativo el artículo de Amartya Sen, accesible a través del link. Los grupos políticos que han obligado a Sen a renunciar a su cargo de consejero de la Universidad de Nalanda son analizados en el libro de Martha Nussbaum «The Clash Within. Democracy, Religious Violence and India´s Future.»

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  • Luciano Alvarez26 Jul, 2015, 6:38 pm

    Grande, grandísimo, Carlos Pareja. Un abrazo emocionado.

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    • Carlos Pareja31 Jul, 2015, 2:11 pm

      La columna semanal de Luciano Alvarez constituye para nosotros un ejemplo de cómo se puede hacer periodismo de buen nivel y ofrecer un material ameno y accesible. Todos los que carecemos de entrenamiento y oficio periodístico sabemos lo que cuesta ajustarse a las limitaciones del espacio. Nos halaga recibir un elogio de un juez tan competente.

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  • Isabel Goncalves27 Jul, 2015, 10:05 am

    A este excelente razonamiento sobre nuestros rechazos, me permito agregar las opiniones contrarias a la construcción de una escuela autosustentable construida con -entre otros- materiales de desecho de nuestra sociedad. El conocimiento acumulado por el Arq. Reynolds, «el guerrero de la basura» no es nuestro, pero está generosamente a nuestra disposición. La Intendencia de San José se negó a que se construyera en ese departamento. Le costó bastante al grupo de estudiantes de arquitectura que la impulsa encontrar un lugar, hacer los acuerdos necesarios, conseguir el financiamiento. Afortunadamente se comienza a construir en enero 2016 en Jaureguiberry.

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    • Carlos Pareja29 Jul, 2015, 6:31 pm

      Gracias por el comentario. Creo que tanto a mí como a mis colegas del portal nos interesaría conocer sobre la propuesta arquitectónica del tal Reynolds. Quizás un comentario más extenso al respecto y algún link vendrían bien.

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  • carlos27 Jul, 2015, 12:11 pm

    Y entonces como se explica los planes de alfabetización cubanos en todo el mundo inclusive en nuestro pais

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    • Carlos Pareja31 Jul, 2015, 2:04 pm

      Confieso no entender el comentario de Carlos y le pediríamos que se extienda sobre el particular. ¿En qué sentido los planes de alfabetización cubanos podrían confirmar o desautorizar los temores cultivados por los uruguayos con respecto a los aportes de otros pueblos?

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